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Receta de calamares fritos

Receta de calamares fritos

Siempre me ha parecido que hacer calamares fritos en casa es una experiencia sorprendentemente gratificante. Comienza con la sencilla pero vital tarea de limpiar y cortar adecuadamente los calamares frescos, un paso que garantiza un bocado tierno. La verdadera magia se produce al rebozar los trozos en una mezcla de harina bien sazonada antes de freírlos hasta que estén dorados. Pero hay algo más que el proceso de fritura. ¿Alguna vez se ha preguntado qué marida mejor con esta delicia crujiente o cómo conseguir siempre ese crujiente perfecto? Exploremos más a fondo estos detalles.

Ingredientes necesarios

Para preparar unos calamares fritos perfectos, necesitará algunos ingredientes esenciales. En primer lugar, la estrella del plato: calamares frescos. Es importante que el calamar sea lo más fresco posible, porque influye mucho en el sabor y la textura. Necesitará aproximadamente medio kilo de calamares, lo que debería bastar para una ración generosa para cuatro personas.
A continuación, necesitará harina para rebozar los calamares. Yo prefiero utilizar harina para todo uso, ya que proporciona un recubrimiento agradable y uniforme que se vuelve crujiente cuando se fríen. Necesitará aproximadamente una taza. Para sazonar la harina, utilizo una combinación de sal y pimienta. Aproximadamente una cucharadita de sal y media de pimienta negra son suficientes, pero puede ajustarlas a su gusto.
Para darle un toque extra de sabor, siempre añado un poco de pimentón a la mezcla de harina. Una cucharadita de pimentón no sólo da a los calamares un toque sutil, sino que también les da un color precioso. Si te gusta el picante, puedes añadir una pizca de cayena.
También necesitará aceite para freír. Yo prefiero utilizar aceite vegetal porque tiene un alto punto de humo y no aporta sabores no deseados a los calamares. Necesitarás suficiente para llenar una sartén honda o una olla hasta unos cinco centímetros de profundidad.
Por último, no olvide los gajos de limón para servir. El zumo de limón fresco exprimido sobre los calamares calientes y crujientes justo antes de comer eleva todo el plato. Y si eres como yo, un poco de perejil picado como guarnición añade un toque agradable tanto visual como de sabor.

Preparación de los calamares

Empiezo limpiando bien los calamares para asegurarme de que están listos para cortarlos en rodajas y freírlos. Primero, enjuago el calamar bajo el grifo de agua fría para eliminar cualquier resto de arena o suciedad. A continuación, agarro el cuerpo con firmeza y saco suavemente la cabeza y los tentáculos. Dentro del cuerpo, encuentro un cartílago transparente, que extraigo con cuidado y desecho. A continuación, introduzco la mano en la cavidad del cuerpo y extraigo cualquier resto de vísceras, asegurándome de que está completamente limpio por dentro.
Con la cabeza y los tentáculos separados, corto justo por debajo de los ojos para separar los tentáculos y desechar la cabeza. También quito el pico que se encuentra en el centro de los tentáculos empujándolo suavemente hacia fuera. Ahora que los tentáculos están limpios, los dejo a un lado.
Volviendo al cuerpo, le quito la piel violácea para descubrir la carne blanca que hay debajo. Este paso puede ser un poco complicado, así que me tomo mi tiempo para asegurarme de quitar toda la piel. Una vez que el cuerpo está completamente limpio, lo corto en anillas de entre un cuarto y medio centímetro de grosor, según mis preferencias.
Me gusta dar a los anillos y tentáculos un último enjuague para asegurarme de que están impecables. A continuación, los seco con toallitas de papel. Es esencial que estén secos antes de pasar a los siguientes pasos, ya que esto ayuda a que el recubrimiento se adhiera mejor y asegura que se frían crujientes.
En este punto, mis calamares están limpios, cortados en rodajas y listos para el siguiente paso de la receta. Una preparación adecuada marca la diferencia para conseguir unos calamares fritos perfectos.

Freír los calamares

Con los calamares limpios y preparados, caliento una generosa cantidad de aceite en una sartén honda hasta que alcance los 375°F. Esta temperatura es esencial para conseguir esa textura crujiente perfecta sin que los calamares queden grasientos.
Mientras el aceite se calienta, paso los calamares por una mezcla de harina sazonada, asegurándome de que cada pieza quede cubierta uniformemente. La harina no sólo añade sabor, sino que también ayuda a conseguir esa corteza dorada que todos deseamos.
Cuando el aceite está bien caliente, echo los calamares en la sartén en pequeñas tandas. Si se llena demasiado la sartén, bajará la temperatura del aceite y los calamares quedarán blandos, que no es lo que queremos. Los vigilo de cerca mientras se cocinan, dándoles la vuelta de vez en cuando para asegurarme de que se fríen uniformemente. En sólo 2-3 minutos, adquieren un bonito color dorado, lo que indica que están listos para ser sacados.
Utilizo una espumadera para pasar los calamares fritos a un plato forrado con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite. Este paso es necesario para mantenerlos crujientes y deliciosos.
Para darle un resumen rápido del proceso de fritura:
– Caliente el aceite a 375°F en una sartén honda.
– Rebozar los calamares en harina sazonada.
– Fríalos en pequeñas tandas durante 2-3 minutos.
– Escúrralos en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una vez fritos todos los calamares, espolvoréelos ligeramente con sal marina mientras aún están calientes. Esto asegura que la sal se adhiera bien y realza el sabor. Ahora, están perfectamente crujientes y listos para ser disfrutados.

Sugerencias para servir

Acompañar los crujientes calamares con un sabroso alioli de limón o salsa marinara eleva el plato a otro nivel. Siempre me aseguro de tener estas salsas listas antes de empezar a freír. La acidez del alioli de limón complementa a la perfección el crujiente sabor de los calamares, mientras que la marinara añade un rico y vigorizante perfil de sabor. Ambas opciones son del agrado de los comensales y les dan la oportunidad de elegir su favorita.
En cuanto a las guarniciones, una ensalada verde fresca es una opción excelente. Yo suelo mezclar verduras variadas, tomates cherry y cebollas rojas cortadas en rodajas finas, y luego las rocío con una vinagreta ligera. El crujiente de la ensalada equilibra los calamares fritos, haciendo que la comida resulte revitalizante y ligera. Otra buena opción es una sencilla ensalada de col, que añade un agradable toque crujiente y un poco de acidez para contrastar con el rico marisco frito.
Para una comida más sustanciosa, me gusta servir los calamares con una guarnición de pan de ajo o baguettes calientes y crujientes. El pan absorbe la salsa sobrante y no se desperdicia nada. Si me siento un poco elegante, también preparo un risotto o un plato de pasta. Un risotto con limón o una pasta ligera con aceite de oliva y ajo pueden ser los acompañamientos perfectos para redondear la comida.
No te olvides de las bebidas. Un vaso de vino blanco bien frío o una cerveza fría combinan de maravilla con los calamares fritos. La acidez del vino o el amargor de la cerveza cortan el sabor y hacen que cada bocado sea aún más agradable.

Preguntas frecuentes

¿Cómo se conservan los calamares fritos sobrantes?

Siempre guardo los calamares fritos sobrantes en un recipiente hermético en la nevera. Evita que los calamares se empapen y ayuda a mantener su sabor.
Cuando quiero volver a comerlos, los recaliento en el horno a 350°F durante unos 10 minutos para que queden crujientes.
Evito el microondas porque puede hacer que los calamares queden gomosos. ¡Funciona a las mil maravillas!

¿Puedo usar calamares congelados para esta receta?

Sí, puede utilizar calamares congelados para esta receta. Yo suelo descongelarlos en la nevera toda la noche antes de empezar.
Una vez descongelados, me aseguro de secarlos con toallas de papel para eliminar el exceso de humedad. Esto ayuda a que el rebozado se adhiera mejor y garantiza un resultado más crujiente.
Utilizar calamares congelados es una opción práctica y, según mi experiencia, funciona igual de bien que los calamares frescos.

¿Qué salsas para mojar combinan bien con los calamares fritos?

Cuando se trata de salsas para mojar, me encanta combinar una marinara ácida o un alioli picante con mis calamares fritos.
A veces, elijo una salsa tártara clásica o una remoulade picante para darle un toque extra.
Si me siento aventurera, preparo una salsa de chile dulce o una salsa de mantequilla y ajo.
Estas salsas realzan los sabores y añaden un toque delicioso a cada bocado.

¿Cómo evito que los calamares se pongan gomosos?

Siempre me aseguro de no cocinarlos demasiado para que queden tiernos.
Los cocino rápidamente, normalmente sólo un par de minutos, hasta que se doran.
Además, los seco bien antes de freírlos para evitar que el vapor los vuelva gomosos.
A veces, remojo los calamares en leche durante una hora antes de cocinarlos, lo que ayuda a ablandarlos.
Estos trucos garantizan que siempre queden tiernos.

¿Hay alguna opción sin gluten para esta receta?

Sí, ¡definitivamente hay una opción sin gluten! Yo sustituyo la harina normal por una mezcla sin gluten o harina de arroz. También me aseguro de que la levadura en polvo no contenga gluten.
Es importante comprobar que todos los ingredientes no contengan gluten. He descubierto que la harina de arroz le da una textura crujiente muy agradable sin comprometer el sabor.

Conclusión

En resumen, hacer calamares fritos en casa es tan sencillo como gratificante. Me encanta cómo los anillos dorados y crujientes combinan perfectamente con el alioli de limón o la salsa marinara.
Con una guarnición de ensalada fresca, pan crujiente y quizás un vaso de vino blanco, es una comida que seguro que impresiona.
La próxima vez que le apetezca algo especial, no dude en preparar este delicioso plato. Disfrute de cada bocado y saboree los sabores.

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